Este es uno de los hoteles más espectaculares de Cancún (bueno, la Riviera Maya) y a la vez uno de los más caros. Ambos elementos no son poca cosa al momento de elegir hospedarse, así que la primera pregunta que me suelen hacer sobre este espacio es, ¿vale la pena?
La palabra clave en el párrafo anterior es “experiencia”. Si bien muchas cosas que haces en el Hotel Nick las puedes hacer en otros, hay otras (bastantes) que solamente son posibles aquí, comenzando por su decoración, riqueza en detalles y fidelidad a los personajes. ¿Te gusta o tus niños aman Bob Esponja, los Padrinos Mágicos, las Tortugas Ninja, Avatar o Paw Patrol? Pues este es el Edén que buscabas.
El hotel mima al viajero desde que llega con un sinfín de detalles, desde la recepción con una “piña dorada” gigante hasta las áreas comunes, decoradas con todo lo imaginable de los personajes de caricaturas. Nada aquí, nada en lo absoluto, es dejado al azar o está de relleno.
Los restaurantes que tiene son temáticos tanto en gastronomía (buffet, italiano, marino), como en decoración (el dedicado a las Tortugas Ninja, “Piazza”, es una joya). Y sí, aquí sientes que desquita bien el precio si eres de buen diente (ojo papás, hay opciones de buena cerveza y vino). Repito, la riqueza de los detalles le da un plus enorme.
Otra área común que vale la pena resaltar es Aqua Nick, la joya del hotel para muchos por su diseño y lo divertido que es. Tanto en decoración como en espectáculo se desmarca de otras opciones en Cancún, a tal punto que se venden Day-Pass solamente para esta atracción y no son pocos los que lo pagan con gusto y creo que se sienten bien recompensados.
Ya pasando a las habitaciones, tenemos estancias cómodas y ricamente decoradas, bien surtidas en el minibar y espacios muy, muy amplios, incluso con dos baños y una pileta en pisos superiores. La razón de la amplitud es que está pensado en familias con niños, y quienes los tengan entenderán la importancia de tener dónde moverse (y los dos baños completos se agradecen con caravana). Hay, claro, un montón de cosas más que enamoran de este hotel. La estatua enorme de Reptar para tomarte la foto, suites que son réplica de las de las caricaturas, espectáculos nocturnos, su propio foro y claro, la tienda de productos oficiales de Nick donde dejarás una parte de tu quincena por mencionar lo masivo, pero caminando encontrarás mucho para agasajar la mirada. Como huésped adulto disfruté bastante todas las amenidades y entretenimientos que aquí se ofrecen, y por lo que vi, la gente que llevaba familia lo pasó aún mejor.
No me detengo en detalles extensos porque estas palabras no persiguen “vender” el hotel, sino dar una opinión honesta. ¿Cosas a mejorar? Quizás su playa no es tan espectacular (aunque este asunto es común en todo Cancún, que ha sufrido pérdida de arena por los huracanes) y claro, si eres un viajero que no empatiza con niños, este podría no ser tu lugar, aunque ojo, en el hotel he visto parejas adultas que se lo pasan de lo lindo.
Me he quedado dos veces en el Hotel Nickelodeon (tomé las fotos de este texto) y debo decir que es por encima de todo una “experiencia”. No pagas por dormir o comer —que ambas cosas son fabulosas aquí—, sino por el ambiente que imprimen, y ese sí, no lo encuentras en otro lugar. Si tienes oportunidad de darte este “gustito” sin importar la edad o el bolsillo, vale la pena. Si tienes niños que amen a los personajes de Nick, sí, creo que vale mucho la pena, porque créeme, la sonrisa que vi en ellos es impagable.
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