La Colonia Americana ofrece un amplio abanico de opciones para disfrutar de cervezas artesanales. Amargas, lager, stout y hasta frutales, el límite es la imaginación de los maestros cheleros detrás de sus fórmulas.
Lo anterior desata una competencia feroz por atraer a los comensales, cada local busca tener algo que los distinga de los demás.
Y esto es lo que distingue al Almacén de Botellas:
Amplia oferta: Mientras que en otros locales artesanales hay entre dos y seis estilos para elegir, aquí cuentan con más de 40 líneas de cervezas conectadas al tanque, de diversas marcas y estilos.
Esto es un plus para quien busca variedad, aunque podría ser abrumador para los primerizos. Si es así, el personal del lugar te puede ayudar a elegir una basada en tus gustos.
La comida: Quizás el talón de Aquiles de muchos de los locales de cerveza artesanal es la oferta gastronómica. Algunos optan por lo esencial, otros por los snacks, hay quienes no tienen más que cacahuates pero en el Almacén sí hay una carta de comida interesante y sobre todo, bien lograda.
En mi primera visita probé las papas a la francesa (vienen con salsa de hongos, queso grana padano rallado, aceite de trufa y cebollín), y la hamburguesa de ibérico. Las primeras muy buenas, la burger espectacular. Incluso si no eres de buscar birra artesanal vale la pena venir a hundir el diente.
La aventura: Hablé de las cervezas que hay conectadas al tanque, pero notará en el interior los refrigeradores atascados de cervezas. De esas también puedes tomar e incluso conservar la lata/botella, que en muchos casos son coleccionables.
El ambiente es relajado, con una decoración que me recordó más a una sucursal de banco ochentero/mueblería. Es peculiar, pero los espacios amplios, los baños limpios y tiene una terracita, así que no es queja.
Después de un tiempo de ir a los mismos lugares, el Almacén de Botellas es una bocanada de aire fresco en el ecosistema chelero de la ciudad. El concepto nació a partir de la marca Porfirio Cervecería, que está presente en la carta. Si me preguntan qué tomé yo, fueron un par de Buquibichis espectaculares.
Lo anterior desata una competencia feroz por atraer a los comensales, cada local busca tener algo que los distinga de los demás.
Y esto es lo que distingue al Almacén de Botellas:
Amplia oferta: Mientras que en otros locales artesanales hay entre dos y seis estilos para elegir, aquí cuentan con más de 40 líneas de cervezas conectadas al tanque, de diversas marcas y estilos.
Esto es un plus para quien busca variedad, aunque podría ser abrumador para los primerizos. Si es así, el personal del lugar te puede ayudar a elegir una basada en tus gustos.
La comida: Quizás el talón de Aquiles de muchos de los locales de cerveza artesanal es la oferta gastronómica. Algunos optan por lo esencial, otros por los snacks, hay quienes no tienen más que cacahuates pero en el Almacén sí hay una carta de comida interesante y sobre todo, bien lograda.
En mi primera visita probé las papas a la francesa (vienen con salsa de hongos, queso grana padano rallado, aceite de trufa y cebollín), y la hamburguesa de ibérico. Las primeras muy buenas, la burger espectacular. Incluso si no eres de buscar birra artesanal vale la pena venir a hundir el diente.
La aventura: Hablé de las cervezas que hay conectadas al tanque, pero notará en el interior los refrigeradores atascados de cervezas. De esas también puedes tomar e incluso conservar la lata/botella, que en muchos casos son coleccionables.
El ambiente es relajado, con una decoración que me recordó más a una sucursal de banco ochentero/mueblería. Es peculiar, pero los espacios amplios, los baños limpios y tiene una terracita, así que no es queja.
Después de un tiempo de ir a los mismos lugares, el Almacén de Botellas es una bocanada de aire fresco en el ecosistema chelero de la ciudad. El concepto nació a partir de la marca Porfirio Cervecería, que está presente en la carta. Si me preguntan qué tomé yo, fueron un par de Buquibichis espectaculares.
Comentarios