Arma tu viaje por Lagos de Moreno

Ciudad de encanto Alteño, de puentes que se cruzan por arriba y rompope divino. Lagos de Moreno fascina al viajero y tiene siempre una sorpresa para brindarle al aventurero.
Lagos de Moreno tiene esta extraña condición de ser tanto una ciudad como un Pueblo Mágico (su Centro Histórico, particularmente), por lo que siempre hay mucho por descubrir en cada viaje.
Si vas a visitar esta bella ciudad de los Altos Norte de Jalisco, te dejo los infaltables en ese viaje que ya coloniza tu mente:

Camina por el Centro
Los Altos de Jalisco se caracterizan por sus Centros Históricos trabajados en bellísima cantera, y Lagos de Moreno no es la excepción. Los edificios en el corazón de la ciudad presumen de hermosa cantera gris y rosa que enamoran a la vista.
Si hay uno que roba la vista es la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, levantada en el siglo XVIII y en cuya fachada dicen algunos, se oculta un mensaje secreto: La figura monumental de un indígena con un tocado de plumas en la cabeza. Si ya fuiste, ¿lo notaste?

Calvario y rompope
No muy lejos del Centro y subiendo unas calles bastante empinadas nos encontramos el precioso Templo del Calvario. Su fachada, inspirada en la Basílica de San Pedro, ya es un tesoro, pero tiene un par de sorpresas más. En el interior se rinde culto al Señor del Calvario, muy venerado en los Altos de Jalisco, y desde su explanada tenemos una vista fabulosa de Lagos de Moreno.
A un lado del templo hay un convento de monjas capuchinas donde los fines de semana se vende un exquisito rompope artesanal, de los mejores que he probado y sí, el mejor souvenir que te puedes llevar (también venden flanes y galletitas).


A comer
La verdad es que nunca he comido mal en Lagos de Moreno, y lo más difícil es decidirse dónde hacerlo. Para desayunar fui a Brecafé, en pleno Centro de la Ciudad. Pan, café y repostería con una hermosa vista de Nuestra Señora de la Asunción.
Otro muy popular y tradicional es Rotteti (Av. 16 de septiembre 280), que más allá del pan, ofrece también una buena carta de comida mexicana, desde chilaquiles hasta molletes.
Y bueno, uno que me encanta aunque toquen trova a veces (hay música en vivo) es La Viña (Hidalgo 460), con platillos ESPECTACULARES, suculentos cortes. Sugiero comar antojitos, pero más vale que vayas (o vayan) con hambre. ¿Escribí “comar”? Es que es rico el COmer y toMAR, pues la carta de bebidas es tan generosa como exquisita.

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