Es verdad. Hay viajes que inician sin otro propósito que el de explorar caminos jamás andados y dejarse sorprender. Así fue como llegué a San José de Gracia, una localidad de Tepatitlán donde todavía se respira ese aire puro y parsimonioso de los Altos de Jalisco. Rincón donde aún es posible hacer una conexión con las raíces más profundas de la cultura mexicana.
Para llegar a San José de Gracia tomé un autobús desde la terminar de Tepatitlán. Durante la temporada donde las lluvias se intercalan con periodos soleados, los campos, cerros y cañadas de nuestro Estado les regalan a los viajeros un verdor espectacular.
San José de Gracia se reconoce fácil a la distancia gracias a una de sus edificaciones más hermosas: La Parroquia del Señor San José, punto de encuentro para los habitantes de esta pequeña ciudad y también uno de los testimonio en cantera de la maestría de los artesanos y constructores de Jalisco.
Es cierto que las dos torres ricamente trabajadas en cantera son el símbolo a la distancia, pero no debes dejar pasar la oportunidad de entrar a la parroquia. Los muros interiores están decorados en un verde suave, casi pastel. En el altar se encuentra la imagen de la Virgen de Guadalupe, muy adorada en la localidad —al lado de San José—.
Acostumbrado al ritmo frenético de la ciudad, a las prisas y el ruido infernal, quizás lo primero que sorprende de la localidad no es algo que se ve, sino que se siente. Aquí el tiempo se alarga, las charlas en los portales del Centro se disfrutan con calma y la gente va y viene por las calles sin ninguna urgencia.
Con el “calorón” que ronda entre los chubascos, te recomiendo que vayas a la Paletería y Nevería San José (que está justo frente a la parroquia) y disfrutes de un helado cuyo sabor solamente podrás encontrar en los Altos. Disfruta de la mañana en una de las bandas del Centro, que tras su remodelación es una delicia a la vista.
San José de Gracia es una localidad pequeña pero con un encanto magnético. Si llegas temprano, podrás disfrutar del bullicio que genera la misa matutina y el ambiente festivo que derrocha su Centro Histórico los fines de semana. En caso de que decidas pasar la noche en la ciudad, puedes ir al Hotel la Parroquia (Calle Allende #10).
Si deseas conocer el lado más festivo y espiritual de San José de Gracia, te recomiendo que asistas en mayo, cuando celebra sus fiestas patronales y en junio, cuando se conmemora a la Virgen del Perpetuo Socorro. Es en ese mes cuando muchos de los “hijos ausentes” que emigraron a Estados Unidos regresan a la localidad, lo que llena de jolgorio cada rincón de la localidad alteña.
Y de aquí, ¿a dónde?
Arma una ruta de paseo por los Altos. San José de Gracia es una localidad vecina de Capilla de Guadalupe, Arandas, Atotonilco, Tototlán y San Ignacio Cerro Gordo.
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