Letra CH, Restorán de Mar


Platillos del tamaño de un mastodonte, sabores intensos y un una terraza que invita a la sobremesa larga. Letra CH, Restorán de Mar logra destacar en el campo culinario y en el ambiente que ofrece, algo que deslumbra todavía más tomando en cuenta la intensa competencia que enfrenta en la Ribera de Chapala.
La primera pregunta que baila seguro en tu mente ¿dónde está? Para ubicarnos en Google Maps: Sobre la carretera a Mezcala, González Gallo 4, muy cerquita de la Antigua Estación de Tren (ya rehabilitada como museo) y para más pelos y señales, en la esquina hay un Oxxo, por si a la salida necesitas un Alka Selter.
De fachada en color blanco y ribetes azules, el nombre del restaurante destaca en la misma, aunque tiene un par de peculiaridades: La planta baja funciona comoun hotel-spa y hay un jardín con una espléndida piscina al Centro. ¿Y el restaurante?
En la segunda planta, a modo de terraza con ambiente de palapa y una gran barra recibiendo al comensal, comienza la experiencia de Letra CH. Apenas te sientes, llegará el mesero listo para entregarte la carta e incluso hacer algunas sugerencias que necesites.

A comer
El menú está construido sobre los sabores del mar, así que buenas noticias para los amantes de los mariscos y el pescado. Aguachiles, atún, ceviches, tostadas y camarones son parte esencial de la carta, pero no lo único.
Poke Bowl de Atún, Camarones a las Brasas, Pulpo al chorizo, Bisqué de Atún y la Cazuela de Marlin también seducen a los sentidos.
Hay algunas opciones vegetarianas (ojo, no necesariamente veganas) y también platillos de res y cerdo para los que le batallan con el pescado, magníficamente presentados.
El menú brinda algunas delicias como entradas, pero ojo, las porciones son descomunales. Yo pedí la hamburguesa meat lover que en teoría pesa 150 gramos y sentí que era medio kilo lo que me iba a quedar en la cintura.
Espectacular, de carne jugosa y suave, bien servida, sabroso queso amarillo, pepinillos, tocino, verduras frescas y acompañada de papas a la francesa. No suelo recomendar una hamburguesa a la ligera, y esta se mete al instante en el top de mis preferidas de Jalisco.
El resto de la carta tiene algunas joyitas. La hamburguesa mar-tierra, con carne de res y camarones es también una belleza. El aguachile de la casa obtiene buena nota en la intensidad de sabores y si tienen posibilidad, pidan el puré de camote. Sencillamente espectacular.
Si les queda estómago para probar los postres, pidan el mousse de chocolate, de magnífica textura e intensas notas de cacao. No tiene desperdicio.
En cuanto a la barra no puedo hablar demasiado pues en esta visita sí que me dediqué a comer, aunque su barra de destilados y vinos es bastante generosa, aunque no observe en ese caso nada fuera de lo común.
En una época donde encontrar propuestas gastronómicas honestas cuesta, el paladar siempre agradece santuarios como Letra CH, donde se mima al comensal y quedan ganas de volverlo a visitar. Yo lo haré y espero que cuando así sea, conserven su fascinante menú e incluso le agreguen una que otra sorpresita.

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