Granada, delicia española


“As-Salam Alaikum” fueron las primeras palabras que escuché al bajar del tren que me llevó desde la Estación de Atocha en Madrid hasta la estación de tren en Granada. Es la expresión árabe que significa “que la paz, la misericordia y la bendición de Alá sean contigo”. Y con esa frase de bienvenida me di cuenta que un nuevo mundo, una nueva cultura y nuevas aventuras se mostraban ante mis ojos. Ciudad enclavada al Sur de la Península Ibérica, en el corazón cultural de Andalucía, orgullo de España y al mismo tiempo de espíritu oriental. Con la Sierra Nevada en el horizonte y la espectacular Alhambra siempre como su guardiana.
Granada es una metrópoli que ganó fama entre los viajeros primero por la citada Alhambra, tesoro cultural de la humanidad cuya arquitectura muestra la etapa cumbre del arte árabe en sueño español. Segundo, por ser tierra fértil para el flamenco, del cante jondo y la poesía. Aquí la cultura no es una forma de vida. Es la vida misma.

Alhambra, la joya Nazarí
De la Alhambra podría y se han escrito múltiples libros, guías y tratados. Pero con todo ello, siempre será capaz de inspirar al viajero a dedicarle unas palabras.
Primero, no es un castillo ni un palacio, sino toda una ciudadela. Levantada para alojar al Emir y corte de la dinastía Nazarí, se construyó en diversas etapas, comenzando en el siglo IX. Cuando los reyes Católicos conquistan la ciudad en 1492, la transforman en un espacio de poder para los mandatarios castellanos, y ya con la llegada del Emperador Carlos V al trono, se modifican algunas de sus estancias, aunque se reafirma como lo que es: Un espacio para albergar el poder.
Recorrer la Alhambra es un deleite visual. Notarás que en los muros están labradas lo que en apariencia son muchas palabras en árabe, pero solamente es una frase que se repite una y otra vez: “Solamente Dios es victorioso”.
Recorre el Patio de los Leones, la Puerta de la justicia y camina a través de la Alcazaba o sube a la Torre del Homenaje para reconocer toda su grandeza. En el exterior es fácil apreciar y mejor recorrer el Generalife, que es el jardín creado por la realeza granadina.
Al viajar a Granada la Alhambra es una parada obligada. Ojo, es importante adquirir tus entradas con anticipación, pues este monumento tiene una alta demanda de turistas. Se manejan varias opciones de precio, y las puedes adquirir en esta página.


Velada sonora
Caminar por Granada es hundirse en sus sonidos, siendo el principal el del flamenco. Este género, alimentado por las múltiples culturas que integran a la nación ibérica, hoy goza de alta popularidad entre los viajeros.
Aunque Granada cuenta con múltiples rincones donde disfrutar de una velada flamenca, nada se asemeja a la experiencia de vivirlo en el barrio Albaicín y su zona alta, el Sacromonte.
De calles laberínticas, casas todas en color blanco y callejones que se prestan a la bohemia, el Albaicín guarda en sus rincones la esencia más pura de Granada. El Sacromonte, en la parte superior del barrio, se extiende en una zona montañosa llena de cuevas.
Y las cuevas son parte indispensable de este relato. En su interior se llevan desde hace siglos espectáculos de baile y guitarra. Aquí tomó forma y se incubaron incontables melodías de lo que hoy es el flamenco. Hoy en día se mantienen activas y disfrutar en su interior de una velada de sonidos ibéricos es un gozo mayúsculo a los sentidos.
Por estos días, los alrededores de Granada lucen las primeras caricias del invierno. La Sierra Nevada, espléndida, vigila a una ciudad que por siglos ha maravillado a poetas, reyes, viajeros y almas turbulentas. Granada me recibió con un “As-Salam Alaikum”. Yo le agradezco con un “Wa-alaikum As-salaam”, que es “la paz sea contigo también”.


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