Cautivado por Aranjuez



El murmullo del río Tajo a la distancia y el canturreo de los pájaros son los únicos sonidos que rompen en silencio mientras el día avanza en Aranjuez, ciudad a 47 kilómetros al Sur de Madrid, capital de España.
En la confluencia del mencionado Tajo y el río Jarama, rodeado de cerros y mesetas, se levanta esta pequeña Metrópoli cuya pasividad actual no nos permitiría imaginar que alguna vez fue habitada por órdenes militares, fue escenario de duras batallas fronterizas y también sirvió como refugio para los reyes de España.
Y es que a magia de Aranjuez se va revelando poco a poco para las mentes curiosas que llegan aquí de paseo y se dejan cautivar por el encanto de su Palacio Real, sus jardines y la tranquilidad que cautiva los sentidos. ¿Comenzamos a recorrerla?



Un imán de viajeros

El Palacio Real de Aranjuez es el gran atractivo con el que cuenta esta ciudad. Es Patrimonio Nacional de España y sirve desde el siglo XVI (con Carlos V), como residencia de descanso para los monarcas de ese país, luego como museo e incluso como residencia para los jefes de Estado que visitaban España a finales del siglo pasado.
Su fachada monumental de estilo renacentista se ve engalanada por los espectaculares jardines (111,23 hectáreas), que forman parte del Paisaje cultural de Aranjuez, declarado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2001. Las fuentes y estatuas que lo decoran se integran de forma maravillosa a la naturaleza, creando un conjunto visual que se engancha al alma.
Los jardines están divididos en varias secciones (el Jardín del Príncipe, de la Isla de Isabel II, entre otros) y la pena recorrerlos con calma desde finales de primavera hasta mediados de otoño, cuando su exuberante vegetación se encuentra en flor. Entre su colección de árboles destacan algunos llevados allá desde América, como por ejemplo, un ahuehuete mexicano.



Paseo por la historia

El interior del palacio desborda de color, belleza y estancias únicas. Destaca el comedor decorado por la obra de los pintores Giacomo Amigoni y Corrado Giaquinto, además de mobiliario de sillas de caoba y tallas doradas, así como porcelana.
Luego nos encontramos con el Gabinete Árabe, cuya decoración se inspira en la Alhambra de Granada. Eventualmente la vista termina siendo capturada por la gran lámpara neogótica de bronce dorado y con 81 luces. Vale la pena tomarse un rato para deleitarse con la intrincada decoración de los muros.
Si el Gabinete Árabe nos hace viajar a Andalucía con su estilo, el Gabinete de Porcelana nos lleva a China. Diseñado por el equipo del artista Guiseppe Gricci y terminado en 1765, su decoración de porcelana y espejos despliega dragones, monos, y fruta. La bóveda de la habitación cuenta con una lámpara que se asemeja a una palmera.


Termina el día
Tras disfrutar del palacio vale la pena pasear por la ciudad de Aranjuez, usualmente muy tranquila y llena de rinconcitos encantadores. Si decides quedarte a comer, una recomendación es Casa José, cuyo menú destaca por usar ingredientes de la región además ofrece opciones veganas. El ambiente es casual y te permitirá terminar el día con un buen manjar y una copa de vino.

Compra la entrada Adquiere tu entrada al Palacio Real de Aranjuez en esta página. Tiene un precio de 9 euros por persona. Ojo, que a partir de octubre el horario de visita será de 10:00 a 18:00 horas, cerrando los lunes.

Comentarios